¿De Quién Es El Amor Perfecto?

 
Juan 3:16 (RVA 2015)
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna.

Cuando era el presidente de mi ministerio juvenil, solía predicar mensajes duros y fuertes, diciéndoles a mis jóvenes: "¡Tienen que amar a Dios! Tienen que amar al Señor con todo su corazón, toda su mente y toda su alma". Todo ese tiempo, cuando predicaba esto a los jóvenes, me preguntaba a mí mismo: "¿Cómo diablos hago eso?". Me miraba a mí mismo y revisaba mi corazón, mi mente y mi alma: ¿realmente amaba al Señor tan perfectamente? ¿Cómo podía esperar que mis jóvenes amaran al Señor de esa manera cuando sabía que yo mismo había fallado? En ese momento, todavía no estaba establecido en el nuevo pacto de gracia. No sabía que al predicar de esa manera, en realidad estaba poniendo a todos mis jóvenes bajo la ley, porque la suma total de la ley es amar a Dios con todo tu corazón, toda tu alma, toda tu mente y todas tus fuerzas (Mateo 22:37-40, Marcos 12:29-30).

Cuando rebosas del amor de Dios, cumplirás la ley sin esfuerzo
Cuando estés rebosante del amor de Dios, cumplirás la ley sin esfuerzo, sin ni siquiera intentarlo.

Permíteme preguntarte lo siguiente: ¿Ha podido alguien alguna vez amar al Señor con todo su corazón, mente y alma? Nadie. Ni una sola persona ha sido capaz de hacerlo. Dios sabía todo el tiempo que bajo la ley, nadie podía amarlo tan perfectamente. Así que, ¿sabes lo que hizo? La Biblia dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito..." Me encanta esa pequeña palabra "tal". Habla de la intensidad con la que Dios nos ama.

Cuando Dios envió a Jesús, efectivamente nos estaba diciendo esto: "Sé que no puedes amarme perfectamente, así que obsérvame ahora. Os amaré con todo Mi corazón, toda Mi alma, toda Mi mente y todas Mis fuerzas". Y extendió sus brazos y murió por nosotros. Esto es lo que dice la Biblia sobre lo que hizo Jesús en la cruz “Es difícil que alguien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Con mucha más razón, ahora que ya hemos sido justificados en su sangre, seremos salvados del castigo por medio de él” (Romanos 5:7-9, RVC).

Amigo mío, la cruz no es una demostración de nuestro perfecto amor y devoción a Dios. La cruz es la demostración de Dios de su perfecto amor y su perfecta gracia (favor inmerecido) hacia nosotros, porque fue cuando todavía éramos pecadores que Jesús murió por nosotros. Él no murió por ti y por mí debido a nuestro perfecto amor por Dios. Él murió por ti y por mí debido a SU perfecto amor por nosotros. Permíteme darte la definición bíblica de amor para hacer esto aún más claro para ustedes: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4:10, RVC). Amados, ese es el énfasis del nuevo pacto de gracia (favor inmerecido) --¡Su amor por nosotros, no nuestro amor por Él!

Al levantar una nueva generación de creyentes, levantemos una generación que sea impactada por el favor inmerecido de Dios y que se jacte de su amor por nosotros. Cuando recibimos su amor por nosotros y empezamos a creer que somos sus amados, mira el resultado que 1 Juan 4:11 (LBLA) explica: “Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros”. Observe que el amor por los demás viene después de nuestra experiencia de su amor por nosotros. Surge de un desbordamiento. No puedes amar a los demás cuando no has sido llenado primero por su amor. Y cuando tu estás rebosante de su amor, cumplirás la ley sin esfuerzo, porque la Palabra de Dios nos dice: “El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley” (Romanos 13:10, LBLA). Entra hoy en ese río. Cambia la calidad de tus relaciones creyendo y siendo consciente de que eres su amado.