Mi coche se había estropeado en la carretera, así que tuve que dejarlo en el concesionario después de que lo remolcaron hasta allí. Todavía estaba en garantía. El asesor de servicio me llamó para decirme que la reparación costaría más de 3.400 dólares. Cuando pregunté al concesionario si la reparación estaba en garantía, me dijo que no.

Inmediatamente colgué el teléfono, oré y agradecí a Jesús por todas mis bendiciones, y sentí más paz. Había estado declarando mi justicia en Cristo, así que había estado sintiendo paz y serenidad.

Un día después, el asesor de servicio me llamó de nuevo y me informó de que habían cometido un error y que la reparación estaba en garantía. También me ofrecieron cambiar mi aceite con aceite sintético a coste cero debido al error cometido.

Pastor Prince, no merezco todo esto pero es el amor y la gracia de Jesús para mí. Mi familia está notando un gran cambio en mí y yo les digo: "Es el Señor Jesús. Soy defectuoso como hombre, pero soy la justicia de Dios en Cristo". Él está obrando milagros en mi vida.

En otro incidente, necesitaba la aprobación para trabajar desde casa ya que era una persona de riesgo para COVID-19. Hace una hora, recibí un correo electrónico de la junta que maneja tales aprobaciones informándome que me ayudarían a recibir el arreglo para trabajar desde casa.

Gracias, pastor Prince, por mostrar cómo el amor del Señor por nosotros es majestuoso, ilimitado y no tiene límites.

Anónimo
Florida, Estados Unidos