Pastor Prince, he estado viendo su programa de televisión durante doce meses y no me canso de verlo. El mensaje de gracia me ha liberado de más de treinta años de lujuria, perversión sexual, adicción, culpa y vergüenza.

Antes de eso, tuve mucho miedo, condenación y enfermedades como resultado de mis pecados. Nunca pensé que encontraría la libertad porque lo había intentado todo sin éxito. Sin embargo, el mensaje de gracia ha cambiado todo eso.

Cada día, confesaría y creería que soy la justicia de Dios en Cristo, incluso en medio de mis pecados. También descansaría de mis esfuerzos y recibiría la gracia de Dios, sabiendo que Él justifica a los impíos (ver Rom. 4:5).

Con el tiempo, mis deseos pecaminosos comenzaron a desvanecerse. Aprendí que soy profundamente amado, altamente favorecido, abundantemente suplido, y completamente protegido por mi Padre celestial (me encanta confesar esto). También aprendí cómo Jesús tomó mi lugar en la cruz para que yo pueda recibir su justicia.

Hoy en día, el pecado ya no tiene dominio sobre mí, las adicciones sexuales han salido de mi vida, y mis hábitos impuros han cesado. Todo lo que solía hacer, ya no lo hago. Saber que soy justo porque Jesús fue castigado en mi lugar también ha traído la sanidad a mi cuerpo. Ya no tengo la carga de la culpa y la vergüenza después de aprender sobre el espíritu de hijo que tengo con mi Padre celestial.

Ahora estoy compartiendo el mensaje de gracia y mi testimonio con otros. ¡Alabado sea Jesús! Gracias por transformar mi vida con sus enseñanzas.

Envidio tanto a su congregación que llega a oír y verle predicar en persona. Aquí en Houston, su programa se presenta tres veces al día. Grabo todos sus mensajes para poder verlos una y otra vez y saturarme con la Palabra. También los veo en YouTube.

Que Dios los bendiga a ustedes y al trabajo que están haciendo. Amén.

Philip
Texas, Estados Unidos