Cuando recibí a Cristo en mi vida, trabajé duro tratando de ser justo por mis propias acciones. Aunque no me di cuenta entonces, sólo había aceptado a Jesús como mi Señor pero no como mi justicia. Siempre sentí que yo era responsable de ser justo ante Dios.

Entonces, hace unos siete años, comencé a escuchar al pastor Prince. Compraba sus mensajes y me sentía iluminado cada vez que los escuchaba. Recientemente, decidí escuchar el mensaje El poder de creer correctamente durante treinta días. Nuevamente, me sentí iluminado mientras escuchaba el mismo sermón día tras día. Mientras escuchaba, era como si se eliminaran capa tras capa de condenación. Comencé a entender y experimentar cómo el escuchar la Palabra diariamente podía romper el terreno baldío de mi corazón. Al trigésimo día de escuchar el sermón, tuve la mayor experiencia de mi vida.

Hubo un momento en el sermón en el que el pastor Prince hablaba de que Jesús se había convertido en mi justicia y que no me quedaba más remedio que creer. Me quebré y comencé a derramar lágrimas porque sentí que la carga de tratar de actuar para estar bien ante Dios se liberaba de mi corazón.

Ahora, no sólo compro sus materiales, los escucho y sigo adelante. En cambio, escucho el mismo mensaje tan a menudo como puedo porque me encanta ser lavada por la Palabra. Es una experiencia tan purificadora. Doy gracias a Dios por guiarme a parar y escuchar al pastor Prince en la televisión una noche solitaria. El evangelio de la gracia es real y cambia la vida. Que Dios le siga bendiciendo, pastor Prince. Gracias.

Elke Mathis
Tennessee, Estados Unidos