Los Momentos De Dios Te Dan El Éxito

 

Dios bendijo a muchos en la Biblia poniéndolos en el lugar correcto en el momento adecuado, y sigue haciendo lo mismo por su pueblo hoy en día. Sigue leyendo y deja que Joseph Prince te muestre cómo, cuando te diriges a Dios con confianza, confiando en su gracia y favor en lugar de en tus circunstancias, ¡encontrarás momentos de éxito de Dios!

Dios quiere compartir contigo el secreto de cómo vivir con éxito durante este tiempo de confusión financiera.

Eclesiastés 3:15 (LBLA) dice: "Lo que es, ya ha sido". En otras palabras, lo que está sucediendo ahora ya ha sucedido antes; la historia se repite. Así que podemos observar cómo Dios proveyó a su pueblo entonces y entender cómo nos provee a nosotros hoy.

Es interesante notar que en el Génesis, hubo una hambruna global durante la vida de José, y ahora en los últimos tiempos, también hay una hambruna financiera global. Vemos a los expertos financieros sin saber qué hacer a continuación, y los informes de las noticias son a menudo negativos y deprimentes. La situación actual se puede describir en Eclesiastés 9:12:

Eclesiastés 9:12 (LBLA)
Porque el hombre tampoco conoce su tiempo: como peces atrapados en la red traicionera, y como aves apresadas en la trampa, así son atrapados los hijos de los hombres en el tiempo malo cuando este cae de repente sobre ellos.

Pero permítanme compartir algunas buenas noticias con ustedes y mostrarles lo que Dios está haciendo durante este "tiempo malo". En Eclesiastés 9:11, Salomón dice,

Eclesiastés 9:11(RVR1995)
Tornéme, y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontece á todos.

PUEDES PEDIRLE A DIOS LO MEJOR

En el mundo natural, el más rápido suele ganar la carrera, ¿verdad? Pero la Biblia dice que “tiempo y ocasión acontece á todos”. Esto significa que ser el más rápido en leer un informe financiero o en contestar un correo electrónico puede no importar, y ser el más fuerte puede no ganarte una batalla legal o financiera.

El Eclesiastés 9:11 también dice que las provisiones no tienen que llegar a los "sabios" ni a los “prudentes”. En hebreo, la palabra "sabio" es chakam, que se refiere a la sabiduría natural, no a la sabiduría de Dios. Chakam también se usaba para los magos y sabios del Faraón. Por lo tanto, no es cierto que sólo por poseer un alto coeficiente intelectual, y tener una gran acumulación de conocimientos, calificaciones y experiencia, tendrás riquezas. Y el favor no pertenece sólo a los hombres hábiles, porque los más hábiles no tienen necesariamente el favor.

Así que la buena noticia es que no necesitas ser el más rápido, el más inteligente o el más calificado para tener éxito. Sólo necesitas pedirle a Dios lo mejor de El. Lo que es importante para nosotros hoy en día es dirigir nuestra mirada a Dios por su favor y su tiempo–cuando Dios te pone en el lugar correcto en el momento correcto, eres bendecido.


UN HIJO DE DIOS, NO DE ADAM

Es importante recordar que lo que está sucediendo ahora no proviene de Dios. Esta “red traicionera” en la que el mundo está atrapado, esta hambruna financiera, no fue causada por Dios. Y aunque los "hijos de los hombres" pueden ser atrapados como pájaros–incluso los expertos financieros han sido tomados por sorpresa y están perdiendo dinero–esto no se aplica a ti, un creyente en Cristo.

¿Cómo sé esto? Veamos más de cerca el término "hijos de los hombres".

Hay cinco palabras hebreas para "hombre". En Eclesiastés 9:12– “Así son atrapados los hijos de los hombres en el tiempo malo “–la palabra usada es adam, que significa humanidad u hombre natural. Por lo tanto, aquellos atrapados en el tiempo malo son hijos de adam, el hombre natural.

Algunos de ustedes pueden decir: "Pastor Prince, parece que yo también estoy atrapado en esta red". Puede parecer así, pero no lo estás. Como creyentes, somos hijos de Dios, no hijos de adam. Juan 1:12 dice,

Juan 1:12
Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre

Así que todos nosotros, mujeres también, somos hijos de Dios. Y una vez que eres hijo, lo eres para siempre. Tu Padre celestial quiere darte éxito, así que vamos a descubrir cómo estar en el lugar correcto en el momento adecuado.

PROTECCIÓN CONTRA LA "RED TRAICIONERA”

Ahora, los momentos de Dios pueden significar una guía para no quedar atrapado en una “red traicionera”. Hace algunos años, una familia de nuestra iglesia fue a Penang (Malasia) de vacaciones. Lo estaban pasando bien en la playa cuando, de repente, a uno de ellos le entró un antojo de comida de otra parte de la isla. Hicieron las maletas y se marcharon, y en menos de una hora se produjo un tsunami. Este es un ejemplo de cómo Dios puede guiarte–incluso a través de tus antojos estomacales–para estar en el lugar correcto en el momento adecuado.

También tenemos un testimonio de un hombre de nuestra iglesia, cuyo hijo trabajaba en una de las torres gemelas del World Trade Center en la ciudad de Nueva York. Este hombre siempre ora por su hijo, y la mañana en que los aviones chocaron con las torres gemelas, su hijo, que suele ser puntual, llegó muy tarde al trabajo por alguna razón.

Por supuesto, el hijo estaba frustrado, pero realmente creo que no debes quejarte cuando llegas tarde; nunca sabes por qué Dios te retrasa. Si hay un atasco, o conductores lentos a tu alrededor, tal vez Dios esté utilizando esos momentos para protegerte.

EL TIEMPO DE GRACIA

Puesto que es tan importante para nosotros estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, vamos a examinar más detenidamente las palabras “tiempo y ocasión acontece á todos.” en Eclesiastés 9:11. La palabra "tiempo" en hebreo es eth. Eth también puede significar "en su tiempo".

El Salmo 1:3 (NBLA) habla de que el hombre bendito es “árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo”. Deuteronomio 28:12 (LBLA) dice: “Abrirá el Señor para ti su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado.”

Eth también se usa para “la tarde”. Bajo la ley levítica, un hombre que tenía llagas o una descarga corporal era impuro hasta la tarde. Solía preguntarme por qué. Luego descubrí que Dios había ordenado a los israelitas que ofrecieran dos sacrificios, uno por la mañana y otro por la tarde. En ambas ocasiones se ofrecían corderos (Éxodo 29:38-39).

Esto es interesante porque la Biblia nos dice que Jesucristo fue crucificado a la tercera hora (9 de la mañana) y que expiró a la novena hora (3 de la tarde) (Marcos 15:25; Lucas 23:44-46). Así, Él es el Cordero de Dios que cumple con los sacrificios de la mañana y de la tarde. Así que vemos que el tiempo del sacrificio vespertino es el tiempo de la obra terminada, el tiempo de la gracia. Ahora entiendo por qué un hombre era impuro hasta la tarde: era impuro hasta el sacrificio de la tarde, que habla de la obra terminada de Jesús.

LA ZONA DE GRACIA

Así como Dios respondió cuando Elías lo invocó al atardecer para que enviara el fuego que derrotó a los profetas de Baal (1 Reyes 18:36-38), Dios responderá tus oraciones cuando ores en el tiempo de eth. Esto no se refiere al tiempo físico, así que no ores o planees eventos importantes sólo por la noche. Orar en el tiempo de eth significa orar en el tiempo de gracia. Es orar en la zona de gracia.

Podemos confirmar que el eth se basa en la gracia y en la obra terminada utilizando el principio de la primera mención. En la interpretación bíblica, cuando un tema se menciona por primera vez, tiene un significado especial.

La primera vez que el eth aparece en la Biblia es en la historia de Noé. Noé envió un cuervo para ver si las aguas del diluvio se habían retirado y si había tierra seca, pero el cuervo no regresó. Entonces envió una paloma, que regresó porque no había tierra seca para descansar. Siete días después, Noé volvió a enviar a la paloma, y “esta vez la paloma regresó a él por la tarde con una hoja de olivo fresca en su pico” (Génesis 8:11, NTV).

Las palabras “por la tarde” son eth, por lo que podemos ver que eth se asocia con una paloma–una imagen del Espíritu Santo–y una hoja de olivo, que simboliza un mensaje de paz. Hoy, el Espíritu Santo está dentro de ti, y te habla de paz. No te señala tus defectos. En cambio, te dice que eres justo en Cristo.

Hoy, el juicio ha pasado como el diluvio de Noé, y ya no hay ninguna enemistad entre tú y Dios. No eres perfecto, pero tienes paz con Dios porque todas tus imperfecciones, todos tus pecados, fueron llevados por Jesús en la cruz (Romanos 5:1). Y cuando eres consciente de la obra terminada de Jesús, estás en la zona de gracia.

ORANDO PARA QUE EL ÉXITO "SUCEDA”

Cuando Abraham decidió encontrar una esposa para su hijo Isaac, envió a un siervo leal al pueblo de su padre para que le buscara una, ya que no quería que Isaac se casara con una cananea vecina que adorara ídolos. Así que el siervo viajó a Mesopotamia y llegó a las afueras de la ciudad de Nacor a la hora de la tarde (Génesis 24:1-11). De nuevo, vemos el uso de eth, en la tarde, el tiempo de gracia.

El siervo se preguntaba cómo iba a encontrar a la mujer que Dios había designado para Isaac. Ahora, él era inteligente y sabía qué hacer. Oró. Y su oración está registrada para nosotros en el versículo 12 (NBLA): “Oh Señor, Dios de mi señor Abraham, te ruego que me des éxito hoy”.

La Biblia dice que oró por el éxito. El "éxito" por el que oró el siervo de Abraham es qarah, que significa “acontecer”. Es la misma palabra que se utiliza en Eclesiastés 9:11, “tiempo y ocasión acontece á todos”.

Y el siervo continuó orando, especificando la forma en que Dios revelaría a la mujer designada: que ella sería la que sacaría agua del pozo para él y sus 10 camellos. Y antes de que terminara de orar, sucedió que Rebeca llegó al pozo y terminó sacando agua para él y todos sus camellos. Ahora bien, si tenemos en cuenta que un camello puede beber de 100 a 150 litros de agua, ¡eso es mucha agua para sacar de un pozo!

Así que vemos al siervo de Abraham dirigiéndose a Dios con confianza y orando por el éxito, y recibió su momento de Dios. ¿Qué es el éxito? Es estar en el lugar correcto en el momento correcto para que los acontecimientos de Dios te sucedan. Así que ora de manera similar para tener éxito en todas las áreas de tu vida.

Nuestro Dios es un Dios de éxitos, no un Dios de fracasos. Cuando hizo el mundo, los pájaros y los árboles, los hizo perfectamente. También creemos en un Dios grande con un gran corazón: no importa cuánto le pidas, todavía le sobrará. Él no se sorprenderá cuando le pidas éxito en tu vida. Así que no dejes que nadie te desanime a orar por el éxito.

NO TE QUEDES EN LA ZONA DE LA LEY

Tristemente, muchos creyentes prefieren la zona de la ley, la zona del esfuerzo, a en lugar de la zona de la gracia. Todavía creen que tienen que guardar la ley para ser santos. Yo creo en la santidad, pero creo que viene por gracia, no por guardar la ley. Si puedes ser santo guardando la ley, no hay necesidad de que venga Jesús.

Me gusta la forma en que el apóstol Pablo dice que no hay que poner ninguna “confianza en la carne" (Filipenses 3:3). Pero a menudo oigo a la gente decir: "Tengo más de 50 años. Es muy difícil encontrar un trabajo. Los empleadores tienen en cuenta tu edad". Una persona que dice esto no está en la zona de la gracia, sino en la zona de la ley. Sus ojos están en su carne. No espera un buen trabajo, porque tiene más confianza en que su edad se lo impide, en lugar de confiar en que la gracia de Dios le proporcionará un trabajo. Eso frustra que la gracia de Dios actúe en tu vida. Ha olvidado que la gracia es un favor inmerecido y no ganado (Romanos 5:21).

PON TU CONFIANZA EN DIOS

Es mejor poner la confianza en el Señor para obtener el favor que depender de tus propias habilidades o calificaciones.

Conviértete en una persona en la zona de gracia que ora así: "Gracias Señor, puedo recibir tu gracia, tu favor, porque no lo merezco. No califico para ello, por lo tanto es mío". Descubrirás que le agrada a Dios usar lo que sientes que es tu área problemática para el éxito.

Cuando estaba en mi adolescencia, solía tartamudear, y todos mis compañeros se reían de mí. Pero ahora, por la gracia de Dios, Él usa el área de mi debilidad para impactar vidas para el evangelio de Jesucristo. Y estoy aquí para decirte que lo que crees que es tu descalificación es el área donde su favor puede fluir (2 Corintios 12:9-10).

Si estás luchando por ver más allá de tu situación, recuerda la historia de Rut. Ella miró más allá de sus circunstancias y no puso su confianza en ellas. En lo natural, no tenía mucho a su favor. Era viuda y extranjera, una moabita. Hay una ley de Moisés contra los moabitas, que dice que ningún moabita puede entrar en la congregación del Señor (Deuteronomio 23:3).

En tercer lugar, Rut era pobre. Por lo tanto, podría haber considerado fácilmente su situación y haberse dado por vencida. Pero en lugar de lamentar todos estos puntos negativos, ¿qué hizo? Pidió un favor. Le dijo a su suegra Noemí: “Permíteme ir al campo para recoger espigas tras aquel ante cuyos ojos yo halle gracia” (Rut 2:2, RVA2015).

Rut creyó en el favor de Dios, lo confesó, y este fue el resultado: “y aconteció que fue a la parte del campo que pertenecía a Booz” (Rut 2:3, LBLA). De todos los campos que podría haber elegido, llegó por casualidad al campo de Booz. Y Booz era de la línea familiar de Noemí, un hombre de gran riqueza y soltero. Cuando Rut confió en Dios, Él la bendijo con qarah: casualmente estaba en el lugar correcto en el momento adecuado.

CUANDO LOS MOMENTOS DE DIOS SIMPLEMENTE SUCEDEN

Dios también puede ponerte en el lugar adecuado para que seas una bendición para otros. Una vez, estaba con mi esposa en un centro comercial, y tuve que ir al baño de hombres. Cuando salí, me sentí extrañamente atraído por una puerta de salida por la que no había entrado.

Cuando abrí esa puerta, vi a una señora con uniforme de limpiadora sentada en las escaleras, leyendo una Biblia. Nos miramos y me sentí un poco avergonzada, así que cerré la puerta y me fui. Pero el Señor me detuvo y me dijo que no me había llevado a la puerta por nada. Él quería que yo regresara y le dijera a la señora las palabras que Él pondría en mi boca.

Así que regresé y le dije a la señora que el Señor me había enviado para decirle que Jesús la ama mucho, y que su milagro estaba en camino. Deberías haber visto su cara: ¡se iluminó como una luz de neón!

Hace algunos años, regresaba de una conferencia en Holanda y esperaba tener un tiempo privado para descansar en el vuelo de regreso. Una señora se sentó a mi lado y me preguntó si yo era el pastor Prince. No me malinterpreten, me encanta conocer a la gente, pero estaba cansado de las muchas sesiones de predicación.

Pero cuando ella comenzó a compartir conmigo, me di cuenta de que Dios me estaba poniendo en el lugar correcto en el momento adecuado para ministrar su gracia y amor. La señora estaba teniendo problemas con su marido y le dije que era importante que recibiera la Palabra de Dios antes de que yo orara por ella. Así que le presté mi iPod para que escuchara uno de mis sermones sobre la gracia. Cuando terminó, pidió más, y acabó escuchando cuatro o más sermones durante el vuelo.

Cuando llegamos a Singapur, estaba radiante y dijo que iba a pedir al Señor que entrara en su vida y en su matrimonio. Pude ver la transformación en su rostro, ¿y sabes algo? Cuando me levanté, me sentí de repente tan feliz y bendecido. Me sentí realmente honrado y confiado por Dios, y entendí lo que Jesús quiso decir cuando dijo que se sintió refrescado después de ministrar a la mujer en el pozo (Juan 4:6-34).

Sentí que ese era un momento de Dios para esta señora. Algunos meses después, me enteré de que la señora y su marido habían empezado a asistir juntos a nuestra iglesia. ¡A Dios sea la gloria!

Así que sabes que estás en el lugar correcto en el momento adecuado cuando Dios te bendice o te usa para bendecir a otros. Él sabe lo que tu tienes, y lo que otra persona tiene, y Él puede poner a dos personas juntas para el éxito, ya sea en los negocios, el amor, la amistad, o la difusión del evangelio.

Y es importante mirar más allá de tus circunstancias naturales y confiar en que Dios te dará el éxito. Sólo Él puede ponerte en el lugar correcto en el momento adecuado. Cuando ores con confianza y fluyas en la gracia de Dios, Él te llevará a la vida abundante y bendecida que te ha prometido.

Copyright Joseph Prince, 2009. Todos los derechos reservados.