Descubrí las enseñanzas de Joseph Prince sobre la gracia durante una época muy difícil de mi vida. En ese momento, había dejado mi trabajo como especialista en inteligencia en el ejército, donde serví durante 11 años.

Mi servicio militar me dejó con un trastorno de estrés postraumático (TEPT) y esto, combinado con el peso de mi fe equivocada como resultado de la enseñanza cristiana y la tutoría que había recibido, me llevó a vivir una vida cristiana derrotada. Cuando salí del ejército e intenté construir mi propio negocio, un psicólogo clínico me ayudó a identificar los problemas reprimidos de mi tiempo en el ejército. Pero esto sólo inició una rápida espiral descendente que casi me llevó a quitarme la vida.

Clamé al Señor por misericordia y fui guiado al libro de Joseph Prince Destinado a Reinar mientras estaba en una librería un día. Fueron las enseñanzas del Pastor Prince las que me mantuvieron enfocado en la obra terminada de Jesús durante los siguientes 5 años y de la auto-agresión cuando mis negocios y mi matrimonio fracasaron y me aislé de todos los que eran importantes para mí.

El mensaje de gracia dado al pastor Prince fue a donde acudi durante este tiempo en el que no tenía paz ni ningún lugar a donde ir. Comencé a escuchar sus sermones todos los días, a leer sus devocionales y todos los libros que pude.

Cuando empecé a confesar mi justicia a través de Cristo, la carga de años de enseñanzas erróneas desapareció. La Palabra volvió a estar viva para mí y mi vida comenzó a transformarse. Había desarrollado muchas creencias y hábitos erróneos, pero en unos pocos meses, vi la transformación en cada área de mi vida.

Me di cuenta que aunque había orado y estudiado la Palabra todos los días durante los últimos 15 años, mis oraciones se enfocaban más en el enemigo que en Jesús. Cuando estaba a punto de perderlo todo, mi amoroso Padre me mostró todo lo que Jesús hizo por mí en la cruz a través de las enseñanzas del Pastor Prince.

Hoy estoy casado con una mujer excepcional y brillante que ha tomado a mis 5 hijos como propios. El acceso a mis hijos se ha duplicado y mi relación con ellos ha sido la mejor de todas. Mi mujer y yo también hemos tenido un hijo juntos. Este niño ha sido una bendición increíble para nosotros y ha unido más a nuestra familia. Mis negocios se han recuperado, han crecido y ahora van a superar todo lo que podríamos haber esperado. Mi Padre Abba me ha revelado un amor que no sabía que era posible.

Mientras mi esposa y yo continuamos enfrentando los desafíos de nuestras ocupadas vidas, lo hacemos desde un lugar de descanso. Comenzamos cada día participando en la santa comunión y confesando nuestra justicia en Cristo. También damos gracias constantemente por nuestras vidas transformadas gracias al ministerio del Pastor Prince.

Gracias, Pastor Prince, por su compromiso de compartir el evangelio de la gracia.

Anónimo
Australia