Toda Bendición Se Encuentra En La Persona De Jesús

 

Cuando Dios introdujo el nuevo pacto de gracia, envió a su amado Hijo Jesús y no un nuevo conjunto de mandamientos. Así que la gracia es una persona, no una doctrina. Y toda bendición que podamos necesitar es inseparable de la persona de Jesús.

El cristianismo no es una fórmula. Dios no nos miró desde arriba, en nuestros pecados y nos lanzó un manual de instrucciones. No. Dios amó tanto al mundo que nos dio una persona: su Hijo, Jesucristo. Que el Señor esté contigo es todo lo que necesitas en esta vida, porque el Señor mismo es quien te bendice con la justicia, la santidad, el éxito, la victoria, el favor, la provisión, la sanidad, la sabiduría y mucho más.

JESÚS ES EL YO SOY

1 Corintios 1:30 (RVA 2015)
Por él están ustedes en Cristo Jesús, a quien Dios hizo para nosotros sabiduría, justificación, santificación y redención.

Ahora, ¡eso es maravilloso! Observa que Dios no administra sabiduría aparte de Jesús. ¡Él es nuestra sabiduría! No tenemos una santificación o santidad fabricada o defectuosa. ¡Jesús es nuestra santidad! ¡Su persona es nuestra redención!

LA SALUD, LA SANIDAD, LA PROVISIÓN Y EL SUMINISTRO NO SON SÓLO COSAS O DONES QUE DIOS TE DA. DIOS TE DA A JESUS.
ÉL ES TODO LO QUE NECESITAS
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En el Monte Moriah, donde Dios proporcionó a Abraham un carnero para el sacrificio en lugar de Isaac, vemos la primera mención de los nombres compuestos de Dios-Jehovah-Jireh (Génesis 22:1-14). "Jireh" significa "ver y proveer," pero lo que el hebreo significa literalmente es que el Señor, Jehová, es Jireh. Así como no puedes separar el perdón del perdonador, no tienes prosperidad aparte de Jehová. ¡Él es tu provisión, prosperidad y suministro!

En Éxodo 15:26, encontramos la mención del nombre Jehová-Rafa en el lugar donde Dios sanó las aguas amargas de Mara, para que los hijos de Israel pudieran beber. En español, ese nombre suele traducirse como "el Señor que te sana," pero en hebreo significa literalmente "¡Yo soy la sanidad, yo soy la salud! Dios no está diciendo: "Yo te sanaré" o "Yo te daré salud." Está diciendo: "¡Yo soy tu salud! ¡Yo soy tu sanidad!"

Primera de Samuel 15:29 (RVG) dice: “Y también el Poderoso de Israel no mentirá, ni se arrepentirá...” La palabra “poderoso” aquí, natsach en hebreo, significa "victoria que permanece" - victoria perpetua. Note que la victoria es una persona-Dios mismo. Él es la fuerza, el éxito y la victoria de su pueblo.

Cualquiera que sea su estación en la vida, cualquiera que sea su carrera, que el Señor esté con usted es todo lo que necesita porque la bendición no está en su compañía o situación. Tu bienestar no depende de cosas que están sujetas a cambios. Todo depende de la persona inmutable del Señor Jesús, que es el mismo ayer, hoy y siempre.

LA SABIDURÍA TIENE DOS MANOS, ¡TOMA LAS DOS!

Mucha gente quiere la sabiduría. Muchos quieren tener riquezas y honor, y larga vida. Pero no ven que la sabiduría es una persona, y que es estar en la presencia del Señor lo que te hace sabio. Tampoco se dan cuenta de que la larga vida es inseparable de Aquel que es la vida.

Jesús ha sido hecho para nosotros sabiduría, y está sentado a la derecha del Padre (Hebreos 12:2). Él es la verdadera sabiduría.

En la Biblia, se dice que la sabiduría tiene dos manos. En la mano izquierda están las riquezas y el honor, y en la derecha la duración de los días (Proverbios 3:16). Así que en Cristo mismo están ambas manos, la derecha y la izquierda, de la sabiduría: riquezas y honor, y duración de los días.

En Deuteronomio 30:19 (NBV), Dios les dijo a los hijos de Israel: “he puesto delante de ti la vida o la muerte, la bendición o la maldición” y por si acaso algunos de nosotros no lo entendemos, Él agregó,

Deuteronomio 30:19-20 (NBV)
Ojalá optases por la vida para que tú y tus hijos puedan vivir…aférrate a él, porque él es vida para ti y prolongación de tus días.

La duración de tus días es una persona. El Señor es tu vida y la duración de tus días. Él es la vida, y en su presencia está la vida.

EL ERROR DE SALOMÓN

Salomón tenía probablemente unos 20 años cuando el Señor se le apareció en sueños y le dijo: "¡Pide! ¿Qué te voy a dar?" Salomón dijo: "Señor, dame sabiduría." Y Dios le respondió: "He aquí que te he dado un corazón sabio y comprensivo como a ningún otro rey antes o después de ti" (1 Reyes 3:12).

La mayoría de la gente no se da cuenta de que Dios también dijo esto:

1 Reyes 3:13-14 (LBLA)
“También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria… Y si andas en mis caminos… como tu padre David anduvo, entonces prolongaré tus días.”

¿Notas que la larga vida era condicional? Dios dijo “Y si andas en mis caminos, entonces prolongaré tus días.”

Sabemos que la sabiduría de Salomón no se mantuvo intacta y que se desilusionó mucho en sus últimos años. En contraste con los sabios dichos registrados en Proverbios, en Eclesiastés, escribió cosas como: “Porque en la mucha sabiduría hay mucha angustia, y quien aumenta el conocimiento, aumenta el dolor” (Eclesiastés 1:18. LBLA). Y murió joven, probablemente alrededor de los 60 años (1 Reyes 11:42-43). ¿Qué sucedió?

Salomón cambió de dioses en sus últimos años. Olvidó que Dios era su verdadera sabiduría, su éxito y su fuente. Sin el Señor, el Dador, el don se volvió insatisfactorio y se corrompió. Salomón sólo tenía la mano izquierda de la sabiduría. Nunca tuvo la mano derecha, porque la mano derecha de Dios es nuestro Señor Jesucristo, y Salomón había abandonado al Señor.

Así que ves, hay algo malo cuando un creyente sólo quiere los dones, pero no tiene un corazón para el Dador. No se trata de pensar, "Jesús es todo lo que necesito, no necesito una carrera o dinero." Se trata de hacer de Él tu foco de atención.

DAVID SABIA QUIEN ERA SU FUENTE

Ahora bien, David era un hombre según el corazón de Dios (Hechos 13:22). Valoraba la presencia del Señor. Era alguien que hablaba mucho con el Señor. Cultivaba la presencia de Dios. Cantaba en el desierto delante de las ovejas, ¡donde a nadie le importaba que existiera! En 1 Samuel 16:1-13, cuando el profeta Samuel vino a ungir como rey a uno de los hijos de Jesé, éste se olvidó por completo de David.

David estaba en el campo, cantando salmos de alabanza y adoración. “Dad gracias al Señor, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia (Salmo 118:1)… Tu misericordia es mejor que la vida..." (Salmo 63:3, LBLA). Tocó su arpa sin que nadie escuchara más que Dios. Eso no es doctrina ni religión. ¡Eso es una relación!

Cuando David se encontró con Goliat, aunque era sólo un joven, no tuvo miedo porque no era consciente del gigante, sino de Dios:

1 Samuel 17:45-46
Entonces dijo David al filisteo: “Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos… El Señor te entregará hoy en mis manos… para que toda la tierra sepa que hay Dios en Israel.”

Años más tarde, después de que David se convirtiera en rey, cuando cometió adulterio con Betsabé, pecó contra ella, contra su marido Urías y contra su pueblo.

Pero cuando Dios envió al profeta Natán para confrontarlo, David cayó de rodillas y dijo: “Contra ti, contra ti solo he pecado” (Salmo 51:4, LBLA). ¡Era consciente de que la persona más perjudicada era el Señor!

"No me eches de tu presencia" (Salmo 51:11, LBLA) fue la súplica que hizo. Creía que la presencia del Señor lo había bendecido.

LO QUE EL SEÑOR QUIERE ES A TI

Hoy, no tenemos que preocuparnos de la misma manera que David, porque no tenemos miedo de que el Señor nos abandone. Dios nos ama y ha prometido que nunca nos dejará ni abandonará (Hebreos 13:5). Pero a veces, damos las cosas por sentado. Nos olvidamos de cultivar su presencia. A veces, nos olvidamos de hablar con Él hasta que venimos a la iglesia el domingo, casi como "¡Hola, Señor!"

Cuando amas a alguien, valoras su presencia. La anhelas. La cultivas y eres consciente de ella porque para ti es preciosa. Una cosa es saber teóricamente que el Señor nunca te deja ni te abandona, y otra cosa es cultivar su presencia y demostrarle que lo crees.

El Señor está celoso de tu presencia. Te ama. Quiere tener una relación personal contigo. No hace acepción de personas, pero sí de aquellos que le respetan y valoran su presencia. Él mismo es tu sanador, tu provisión y tu sabiduría. Así que mientras más honres su presencia, ¡más lo verás manifestarse en gloria!

Cuando mi hija Jessica era sólo un bebé, había veces que tenía fiebre y lloraba por la noche. Yo ponía mis manos sobre ella varias veces, oraba, reprendía... todas las fórmulas que conozco, pero nada funcionaba. Pero cuando dejé de buscar la sanidad y empecé a buscar al Sanador, ¡las cosas cambiaron! Cuando dejé de centrarme en mi hija y Jesús se hizo más grande en mi conciencia que su enfermedad, los resultados llegaron.

¡Busca la presencia del Señor! Él es Jehová Rafa. Él mismo es la sanidad. ¡Hay sanidad en su presencia!

LA PRESENCIA DEL SEÑOR ES TU ÉXITO

Ahora, veamos la historia de José. En Génesis 39:2, la Biblia dice: “Y el Señor estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y estaba en la casa de su amo el egipcio.”

Por si acaso te lo preguntas, José no estaba en un puesto de alto nivel en algún lugar, con una enorme oficina y vistiendo un traje de tres piezas. Génesis 39:1 (LBLA) nos dice “Cuando José fue llevado a Egipto, Potifar, un oficial egipcio de Faraón, capitán de la guardia, lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allá.”

Estamos ante un niño esclavo. Un joven esclavo de unos 17 años que estaba allí en el mercado de esclavos, desnudo para ser inspeccionado. Pero lo primero que dice la Biblia sobre él es que el Señor estaba con él, "y era un hombre de éxito." ¿Cómo tuvo éxito José?

Génesis 39:3 (LBLA)
Y vio su amo que el Señor estaba con él y que el Señor hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía.

¡Vaya! Potifar vio que el Señor estaba con José. Vio que Dios hacía prosperar todo lo que José hacía. El éxito de José no era algo "espiritual." Potifar, un pagano sin una pizca de discernimiento espiritual, pudo verlo con sus propios ojos.

Potifar vio la presencia manifiesta del Señor en la vida de este muchacho esclavo. Creo que cuando José plantó tomates, sus tomates fueron más grandes que los de los demás. Cuando domaba caballos, todos los caballos respondían como si él fuera el susurrador de caballos. ¡Este joven esclavo tenía el favor!

Pero saben qué, más allá de lo que vio Potifar, creo que José era consciente de la presencia del Señor en todo este tiempo, porque cuando la esposa de Potifar intentó seducirlo, él la rechazó, diciendo: “¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios?” (Génesis 39:7-9, LBLA) Nadie estaba cerca para oírlo, excepto la mujer. No era un espectáculo. José estaba diciendo: "¡Dios está aquí!"

Las experiencias posteriores de José en Egipto también demostraron que confiaba en el Señor para su provisión, sabiduría y éxito. Disfrutó de tal favor y éxito que terminó siendo el segundo al mando del faraón.

¿Quieres tener este tipo de éxito? Entonces, no olvides lo primero: "El Señor estaba con José.”

VER A JESÚS AQUÍ Y AHORA

La Biblia dice que el Señor es una ayuda muy presente en tiempos de angustia (Salmo 46:1).

Cuando llegó a la tumba de Lázaro, éste ya llevaba cuatro días muerto. Marta, la hermana de Lázaro, le dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto..." Y cuando Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará", ella respondió: “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final” (Juan 11:20-24, LBLA). ¡Ella empujó a Jesús al pasado y al futuro, sin darse cuenta de que su presencia presente era su respuesta!

Jesús le declaró: "Yo soy la resurrección y la vida..." (Juan 11:25, LBLA) Dios es siempre YO SOY. Él no es el que fue o el que será. ¿Fíjate que en los evangelios nadie murió ni se quedó muerto en su presencia?

TAL VEZ HAY ÁREAS EN NUESTRAS VIDAS HOY QUE EXPERIMENTAN LA MUERTE PORQUE NO SOMOS CONSCIENTES DE QUE ÉL ES NUESTRA AYUDA, MUY PRESENTE EN TIEMPOS DE NECESIDAD.

Así que cultiva la presencia del Señor como cultivarías la de un amigo o la de tu cónyuge. Cuando disfrutas de la presencia de tu amigo o de tu cónyuge, hablarías, conversarías y expresarías tu aprecio. ¡No actuarías como si fueran parte del mobiliario!

Cuando estés caminando en un lugar lleno de gente, dile a Jesús: "¡Vaya, Señor, qué apretado está esto hoy!" E incluso si algo te molesta, ¡díselo a Él! "Señor, no me gusta eso de esta persona.”

Busca los guiños del cielo en las pequeñas cosas, como cuando un niño se da la vuelta y te sonríe, o cuando por casualidad consigues una plaza de estacionamiento de primera. Estas cosas no son coincidencias—Dios está diciendo: "Oye, estoy contigo.”

Sea lo que sea, vuelve tus ojos a Jesús. Adóralo. Si no puedes cantar, ¡habla! Después de todo, la Biblia dice hablad con salmos, himnos y cánticos espirituales (Colosenses 3:16). Habla con el Señor. Él mismo, su propia presencia, es tu respuesta.

ENCONTRAR EL DESCANSO EN SU PRESENCIA

Dondequiera que esté el Señor, y dondequiera que esté su presencia, hay descanso, un descanso que no está sujeto a las fuerzas atmosféricas ni a las circunstancias externas.

Moisés dijo una vez a Dios: “Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tus caminos para que yo te conozca y halle gracia ante tus ojos” (Éxodo 33:13, LBLA). El Señor respondió,

Éxodo 33:14 (LBLA)
...Mi presencia irá contigo, y yo te daré descanso.”

Aquel que le habló a Moisés vino en carne y hueso, se presentó ante el pueblo judío de su tiempo, que estaba muy cargado de leyes y reglas, y dijo,

Mateo 11:28 (BLPH)
¡Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso!

La Biblia Amplificada (en ingles) lo dice así: “Te haré descansar.” Y en el griego, literalmente dice: “Te descansare.”

“Vengan a mí” dice Jesús. No a un país, o una montaña, o una religión, sino a Él mismo. "Venid a Mí, y Mi presencia los hará descansar. En Mi presencia está el descanso. Yo soy el descanso." Dondequiera que se manifieste su presencia, hay descanso. Y el diablo no puede operar donde hay descanso-su territorio es la inquietud, la agitación y el estrés.

Tenemos bendiciones que son resistentes, porque dependen de Jesús que vive en nosotros. Debido a que nuestra sanidad, longevidad, prosperidad y éxito se basan en Alguien que es inquebrantable, todopoderoso, omnisciente y lo mejor de todo, todo amor, ¡tenemos una seguridad que es inamovible! ¡Una paz indescriptible!

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