Fui bautizado y criado en la iglesia. Cuando me mudé y asistí a una iglesia diferente en mi adolescencia, comencé a no disfrutar de ir a la iglesia y eventualmente dejé de ir. Comencé a experimentar la vida sin Dios y me metí en muchas situaciones que eventualmente me llevaron a ser herido, a involucrarme en relaciones tóxicas y a confiar en mis propios esfuerzos para hacer algo de mi vida. Esos fueron algunos de los años más duros y solitarios de mi vida.

En la universidad, aunque todavía no quería seguir a Jesús completamente, tenía una madre que oraba y un Dios que nunca me abandonó. Me di cuenta de esto un día cuando clamé a Dios en una oración, sabiendo que incluso en mi estado actual, el Señor todavía tenía un plan para mí y respondería a mi oración de manera excesiva, abundante y por encima de todo lo que pudiera imaginar. Estaba en un lugar desesperado, deprimido y sin esperanza, y en el peor estado de la historia. Así que cuando llegó la bendición, sólo podía ser Dios, y mi perspectiva de Él cambió.

Poco después, empecé a buscar en Internet sobre Dios y finalmente me topé con los vídeos del pastor Prince en YouTube. Me enganché como un imán a una nevera, y mi objetivo era conseguir todos y cada uno de los sermones del Pastor Prince, ¡porque eran todos tan buenos!

Paso a paso, finalmente encontré el valor para dejar una relación inmoral en la que estaba. Mi adicción de 8 años a la pornografía desapareció por completo, y comencé a asistir a una iglesia local que estaba cerca de mi universidad. Hoy, la trayectoria de mi vida ha cambiado completa y totalmente para siempre y para bien. ¡Toda la gloria es para el Señor!

Gracias, Pastor Prince, y todos los pastores de la Iglesia Grace Revolution (a la que ahora asisto), por ayudarme en mi camino. Mi vida ha sido literalmente redimida del pozo, tal como dicen las Escrituras, ¡y ahora puedo recorrer esta vida con Jesús todos los días!

Anónimo
Texas, Estados Unidos