Fui criada como creyente, pero me enseñaron algunas creencias limitadas. Creía que si estaba confiando en Dios para algo y pecaba, o hablaba negativamente sobre ello, o entraba en conflicto con alguien, eso terminaría mi "camino de fe" de confiar en Dios para mi avance, y tenía que empezar de nuevo desde el principio. También creía que si mi avance tomaba tiempo o no ocurría, era porque mi fe no era suficiente.

Cuando me casé, mi marido luchaba con estas creencias y no disfrutaba escuchando la predicación. Él no creía que Dios lo amara personalmente o que Dios quisiera bendecirlo, así que estas enseñanzas tampoco ayudaban.

Comencé a escuchar sólo los sermones del pastor Prince en lugar de mezclar las enseñanzas de la ley y la gracia. Esto cambió nuestras vidas para siempre. Mi esposo fue liberado de una adicción a los esteroides anabólicos y nuestro matrimonio dio un giro completo.

Mientras escuchaba constantemente los sermones del pastor Prince, el Señor me dio sabiduría con respecto a mis problemas de vértigo severo y ataques de pánico. Dejé las pastillas que resultaron ser la causa de los ataques de pánico y recibí terapia física que me ayudó con el vértigo.

También tenía un negocio que no disfrutaba. Cuando comencé a escuchar los sermones del Pastor Prince sobre la sabiduría hesed una y otra vez, el Señor me guió a vender mi negocio. El proceso fluyó muy bien y mi negocio se vendió por mucho más de lo que valía.

Aunque estas bendiciones nos ayudaron mucho, luchamos financieramente por casi 4 años. No importaba cuánto dinero ganáramos, seguíamos sin tener suficiente para cubrir nuestras deudas. Parecía que cada centavo que ganábamos se nos escapaba de las manos. Entonces, el Pastor Prince comenzó una serie de sermones sobre la verdadera prosperidad. Estaba tan emocionada que pensé: ¡Esto es para mí!

El pastor Prince comenzó a hablar sobre el diezmo. Al principio, eso no era lo que yo quería escuchar. No quería diezmar y no podía entender por qué Dios quería que diera de lo poco que tenía para ser bendecido. Le pedí al Señor una revelación sobre el diezmo ya que el Pastor Prince dijo que no diéramos a menos que recibiéramos una revelación al respecto. Después de escuchar su sermón una y otra vez, la bombilla en mi cabeza se encendió, y estaba muy emocionada de diezmar. Cuando empezamos a diezmar, me di cuenta de que nuestra cuenta bancaria no se agotó tan rápido.

Mi esposo, que trabajaba para un distrito escolar, recibió la noticia de que iba a ser despedido por el verano. Recibió una oferta de trabajo, pero no se sintió impulsado a aceptarla. Pero como yo estaba preocupada por el dinero, decidimos que debía aceptarla de todos modos.

Resultó ser un error, y tuvo que renunciar porque su empleador le mintió en casi todo.