Liberado De Un Cáncer De Pulmón En Estado 3C, Recibió A Cristo

 

Hace unos años, me diagnosticaron cáncer de pulmón en estado 3C que se había extendido a mis ganglios linfáticos y los había hecho crecer mucho. El tumor medía 8,5 cm por 5,5 cm. El médico me dijo que debía dejar mi trabajo y poner mis asuntos en orden. La noticia y los tratamientos pusieron nuestro mundo patas arriba. Me sometí a quimioterapia y radioterapia todos los días durante 45 días.

En aquella época no era cristiano y no conocía a Dios. Mi esposa había crecido en la iglesia y había visto al pastor Prince durante años. Ella grabó sus programas de televisión y empezamos a verlos juntos.

Pastor Prince, queremos que sepa lo ungidos que son sus sermones incluso desde el otro lado del mundo. Cada semana, escogíamos al azar una serie de sermones grabados, y cada semana los sermones trataban y abordaban el tema exacto con el que yo estaba luchando, ¡cada semana durante 8 semanas! Si discutíamos un tema, la próxima vez que viéramos su sermón, ¡hablaría de él!

Dios es tan bueno. Su mano estaba en esto ya que no hay otra explicación de cómo los sermones estaban específicamente adaptados a la preocupación o problema de esa semana. El cáncer es una montaña rusa de tantos pensamientos, emociones y luchas y, sin embargo, cada semana, el programa del pastor Prince abordaba el problema exacto que yo tenía y me tranquilizaba. Mirando hacia atrás, es tan asombroso e increíble que nuestras luchas fueran superadas cada semana mientras veíamos sus sermones.

Mientras veía los sermones, me convertí en cristiano. Aprendí a orar, a reclamar mi sanidad y me convertí en mejor persona. Orabamos para que la quimioterapia no me produjera efectos secundarios y nunca enfermé, ¡ni una sola vez! No tuve que dejar mi trabajo y pude trabajar todos los días.

Han pasado dos años y medio desde mi diagnóstico, ¡y el Señor me ha sanado! Los médicos no encuentran ningún tumor y mis ganglios linfáticos han vuelto a reducirse. No tengo cáncer. Los doctores dijeron que no debería estar vivo, pero aquí estoy sanado y viviendo una vida mejor que la anterior.

Pastor Prince, solo quiero agradecerle por sus sermones y por enseñarme acerca del Señor.

Jeff Mcgill
Missouri, Estados Unidos