He estado escuchando los sermones del Pastor Prince por cerca de 2 años. Simplemente permitiendo que la gracia fluya en cada parte de mi vida y escuchando lo mucho que me ama papá Dios, mi vida ha sido transformada sin esfuerzo.

Hace unos días, de la nada, experimenté dolor en las articulaciones de mis piernas y brazos. El dolor continuó durante muchos días y el miedo entró en mi corazón como flechas ardientes. Era difícil deshacerse del miedo. Empecé a hablarle a mi problema, ordenándole que se fuera, pero seguía sintiéndome preocupado.

Una noche, me despertó un gran dolor en la muñeca y la cadera. Escuché el sermón del Pastor Prince Cuando hablas en lenguas, liberas incienso que fumiga. Mientras estaba acostado en mi cama, comencé a hablar en lenguas. El Señor me recordó que continuara hablando sin importar como se viera o sintiera mi condición. Después de 5 minutos de orar en el Espíritu, el dolor me dejo, y pude volver a dormir.

A la mañana siguiente, volví a sentir el dolor pero era mucho menor que antes. Continué orando en lenguas durante todo el día y seguí escuchando el mismo sermón una y otra vez. El dolor se fue por completo y no ha vuelto hasta el día de hoy.

Desde entonces, me despierto y empiezo mi mañana orando en lenguas, sabiendo los efectos que tiene en mí y en los que me rodean. Oró en voz baja mientras hago las tareas domésticas habituales. Me siento tan viva y envuelta en el amor del Señor cada día debido a este poderoso don que me ha dado. No tuve que ganármelo; ¡lo recibí gratuitamente!

Gracias, Pastor Prince, por enseñarme que el amor de mi Papá Dios nunca fallará porque no depende de mi amor y fidelidad hacia Él, sino de Su amor y fidelidad hacia mí, ahora y siempre. ¡Dios lo bendiga a usted y a su familia!

Stacy Pewo
Oklahoma, Estados Unidos