Recibida A Tiempo La Provisión Para Los Gastos Escolares De Los Niños

 

El viernes, estaba conduciendo a casa desde el trabajo cuando sintonicé el sermón del Pastor Prince "Vive la vida Let-Go (Dejalo-ir)" en YouTube. Fue una palabra de rema para mi, el mensaje correcto en el momento correcto.

Mis dos hijos estaban de vacaciones escolares e iban a volver al colegio el lunes siguiente. Sus respectivos colegios nos habían enviado notificaciones de reclamación de cuotas y nos habían informado de que no podrían volver al colegio a menos que las pagaran.

Después de escuchar el sermón del pastor Prince, me propuse confiar en El Señor. Cuando llegué a casa, le dije a mi mujer que las cuotas se arreglarían y que mejor habláramos de otras cosas. En aquel momento, me quedaba poco dinero, pero me dije que no me preocupara.

Cuando me levanté al día siguiente, me arrodillé junto a la cama, puse las notificaciones de la demanda delante de mí y le dije al Señor: `Padre, esta es una de las cargas que nos dijiste que te trajéramos en Mateo 11:28-30. Te la traigo a Ti sobre la cruz. Te la traigo ante la promesa de Tu Palabra. No quiero preocuparme más porque sé que el lunes mis hijos volverán a la escuela con las cuotas totalmente pagadas. Gracias por Tus infinitas misericordias. Amén".

El domingo a las 9 de la noche, recibí un mensaje informándome de que había recibido dinero de alguien. Al principio, el nombre no me sonaba de nada, pero la persona llamó inmediatamente para confirmar si había recibido el dinero. Era mi amigo de toda la vida, al que había prestado dinero hace 3 años cuando atravesaba dificultades económicas. Me dijo que acababa de cobrar por un contrato que había realizado hacía 2 años y que sentía la necesidad de devolverme esa deuda antes de hacer cualquier otra cosa. Sorprendentemente, ¡la cantidad que me devolvió era exactamente el saldo total de la matrícula escolar de mis hijos!

Pastor Prince, me di cuenta de que El Señor había respondido a mi oración, pero lo que es más importante, desarrollé un mayor afecto por Él. Sentía como si estuviera sentado frente a mí en la sala de estar, y podía conversar con Él como lo haría con mi padre. Doy gracias a Dios por sus enseñanzas y revelaciones sobre Jesús.

Erastus Karani
Kenia